D.N.I: Documento nacional de identidad, aquel que acredita que somos quien ellos dicen que somos, no quien nosotros creemos ser o sabemos que somos.
Si bien esta pequeña tarjeta resulta útil en determinados casos, cree este parvo lexicógrafo que sería mejor que dicho documento no existiera por las múltiples molestias que a veces ocasiona. La primera de ellas y fundamental es que no somos siempre la misma persona, aunque nos parezcamos mucho eso sí. A veces, como el niño de la película esa, somos otro y no nos conviene en absoluto ser el de antes, aunque luego volvamos. La segunda de ellas y también fundamental es que en múltiples ocasiones somos quien dice que somos pero no nos interesa serlo, ya sea porque te persiga la justicia o cualquier otra razón de índole personal, y sin embargo esa denostada tarjetita te obliga a serlo; lo cual por otra parte debe ser claramente inconstitucional porque a cuento de qué puede obligarte el Estado a ser quién eres o quién dicen ellos que eres cuando tu realmente no quieres serlo en ese momento aunque sólo sea porque simplemente no te conviene. (He aquí otra de tantas incongruencias de las incongruentes leyes que no hemos dado ya que nos han sido impuestas). La tercera de ellas y aún más fundamental es que si somos quién dicen que somos y nada más que ese en concreto, ¿en qué miserable limbo estamos cuando no somos quien dicen que somos?
Situación que ahoga y estremece y en la que no debería encontrarse nadie.
Leyendo esta definición, empecé a entender un poco por qué el gobierno argentino nos está haciendo renovar el DNI año tras año, con su consecuente costo ($$$). Creí, hasta ahora, que era otro de los robos del Estado, pero veo que está relacionado con esto que tu dices...cada día uno es otro diferente....espero que no se les ocurra ahora, hacernos renovar el DNI a diario !!!! No me alcanzaría el salario !!!
ResponderEliminarVeo que tenéis un gobierno sabio, muy sabio. Eso es malo, muy malos. Un saludo.
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